¿Cómo poner la tecnología al servicio del cuidado de las personas? Ésta fue la principal cuestión que se trató durante la jornada organizada en el marco del proyecto “PECT Mataró-Maresme: ecosistemas de innovación para las ciudades cuidadoras” y que tuvo lugar en TecnoCampus el pasado 12 de julio.

El acto reunió a unas cincuenta personas, profesionales que se interesaron y participaron activamente en la reflexión sobre el impacto que tiene la tecnología y la transformación digital, en el envejecimiento y la calidad de vida de los colectivos más vulnerables, como son las personas mayores y las personas con discapacidad.

Josep Lluís Checa, director general del TecnoCampus, inauguró la jornada dando paso a la participación de la concejala de Bienestar Social y Promoción de la Salud, Laura Seijo, que presentó el proyecto y las entidades que conforman el “PECT Mataró-Maresme: ecosistema de innovación para las ciudades cuidadoras”. En su intervención explicó que el proyecto PECT deriva de una estrategia coordinada entre todos los socios participantes en torno a la especialización inteligente en el ámbito sociosanitario. Ofreció una breve descripción de las operaciones que lo nutren, entre las que se encuentra la coordinada desde TecnoCampus por las profesoras Noemí Serra y Montserrat Girabent (“Impacto del ejercicio físico en la salud de las personas mayores de la comarca del Maresme ”).

La primera parte de la sesión finalizó con la ponencia de Maider Azurmendi, responsable de cooperación y coordinadora del área de atención domiciliaria de la Fundació Matia. Su intervención, “La construcción de ecosistemas locales de cuidados: la tecnología y la digitalización, un apoyo fundamental para su consecución”, aportó ideas y reflexiones en torno a la reformulación de los modelos existentes de cuidado de las personas mayores. Fruto de la experiencia adquirida en proyectos piloto llevados a cabo en el País Vasco, la ponente puso de relieve aspectos clave como el modelo de atención centrado en la persona. Desde este punto de vista aportó una visión en la que la digitalización y la tecnología se convierten en herramientas colaborativas en red, que conectan todos los elementos y agentes del cuidado, y que deberían poder materializarse en dispositivos que sean de soporte para la continuidad de estos cuidados. Asimismo, incidió en la importancia de no olvidar que la persona es la protagonista y por tanto la tecnología debe proporcionar herramientas de promoción de la autonomía y de control de la propia vida.

La mesa redonda titulada “Tecnología para cuidar mejor”, que contó con la participación de las startups SeniorDomo, representada por Ángel Puertas (Co-Founder), Doole Health, representada por José María Ruíz (Co-Founder) y Oxeen, representada por Toni Alomar (Co-Founder) ocupó la segunda parte de la jornada y fue conducida y moderada por la profesora Esther Cabrera. Cabrera, directora de la Cátedra Envejecimiento y Calidad de Vida, realizó una presentación previa sobre la epidemiología del envejecimiento y los factores primordiales para el envejecimiento saludable, tras la cual se invitó a los ponentes a presentar sus soluciones tecnológicas. En este marco, la mesa redonda ofreció un interesante diálogo entre las distintas startups que debatieron, entre otros, sobre aspectos como cuáles habían sido las necesidades detectadas que habían originado el desarrollo de cada una de las tecnologías; cómo realizan un constante diálogo entre desarrolladores y usuarios para una continua mejora de sus soluciones; así como otras cuestiones relacionadas con la vertiente ética relacionada con el almacenamiento de datos y la aplicabilidad de las soluciones en otros colectivos vulnerables.

Por último, y a raíz de las cuestiones planteadas a lo largo de toda la jornada, los asistentes tuvieron la oportunidad de participar en el debate para compartir impresiones, dudas y aportar reflexiones sobre nuevos retos que tendrán que afrontar desde la innovación , investigación y transferencia de conocimiento.


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